Moda, belleza y estereotipos van de la mano e influyen en cómo se ve uno a sí mismo. La motivación principal de la moda es crear y expresarse a través de los diferentes diseños, jugar con la imaginación a través de la combinación de texturas, colores y formas, así como generar cierta imagen, status y pertenencia.En el caso de los jóvenes, la moda se analiza desde diferentes puntos de vista: por una parte, genera identidad de grupo, y la suya propia; y por otra, marca una diferencia generacional. Se ha observado que las mujeres se preocupan más por la apariencia que los varones, ya que desde pequeñas se les enseña a buscar no sólo la aceptación social, sino a agradar a través de su belleza.
Gradualmente, aprenden a ver su propio cuerpo como un objeto de atracción, mientras que los varones aprenden a ver el suyo como instrumento de poder.Hoy en día, la moda es diseñada para enaltecer el físico.
En este sentido, se considera que el cuerpo ideal es, en las mujeres, un cuerpo esbelto que muestre femineidad, y en los hombres, un físico con los músculos desarrollados, estereotipo esencial de lo varonil.
En nuestra cultura las mujeres suelen ser juzgadas por su apariencia más severamente que los varones, y la tensión aparece cuando ellas tienen que elegir cómo vestirse. Si deciden por un atuendo sensual llegan a ser catalogadas como provocativas y se les ve como objetos sexuales; si buscan modas recatadas se les califica de apretadas; si deciden modas sencillas entonces son pasadas de moda o fodongas; en fin, es frecuente que l@s jóvenes sigan diversas modas y descalifiquen otras.
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